Neumáticos de invierno

Los neumáticos de invierno, esos grandes desconocidos en España que en los paises del Norte son una necesidad imperiosa en los meses más frios del año debido a que la mayoría de las vías permanecen durante meses cubiertas de nieve.

Que cinco de los fabricantes de neumáticos más importantes (Bridgestone, Continental, Good Year-Dunlop, Michelin y Pirelli) se reunieran para hablarnos de las ventajas de estas “gomas” y de su necesidad de popularizarlas y aumentar su implantación en España, era suficiente motivo para probarlas y comprobar de primera mano las ventajas que se les atribuyen a estas ruedas.

“Unidos por la seguridad” se presentaban los responsables de estas cinco importantes marcas en el acto conjunto realizado por el Consorcio del caucho para promocionar los neumáticos de invierno.

Pero antes de nada veamos las pruebas que nos tenían preparadas para comprobar las propiedades de estas gomas…

Probando los neumáticos de invierno

Aunque la prueba más interesante y atractiva del día se iba a realizar sobre la nieve artificial de la pista de nieve cubierta del Centro Comercial Xanadú, en Madrid, los organizadores habían preparado en los aparcamientos del exterior un pequeño circuito de conos para probar una frenada y un slalom y así comprobar que los neumáticos de invierno seguían manteniendo el mismo confort, la misma adherencia y la misma estabilidad que los neumáticos standard (de verano).

Pero la caprichosa climatología hizo que durante toda la mañana lloviera y que la prueba se convirtiese en un test sobre asfalto mojado en el que tanto en la frenada como en los slalom los neumáticos de invierno se comportaron ligeramente mejor, aunque la diferencia no era tan abismal como para justificar su utilización y los neumáticos standard resultaban ganadores de una prueba en la que en principio sus correspondientes invernales no habían mostrado una diferencia tan grande en cuanto a agarre y distancia de frenada sobre mojado.

Otra de las pruebas que nos tenían preparadas en el exterior era una pequeña pista sintética simulando hielo en la que había que realizar una frenada a unos 40-60 km/h. El resultado no pudo ser más revelador, mientras los neumáticos convencionales alargaban la frenada sobre toda la pista deslizante, los neumáticos de invierno conseguían que el vehículo se detuviese prácticamente en la mitad del recorrido que con los standard. Sin duda alguna sobre hielo los neumáticos de invierno son infinitamente mejores que unos convencionales.

Por último la prueba más llamativa y atractiva del día estaba en el interior de la pista de nieve de Xanadú, en la que habitualmente descienden esquiadores y snowboarders y que esta vez se había convertido en una improvisada pista invernal sobre la que probaríamos las diferencias entre los neumáticos de invierno y las cadenas sobre el eje motriz de neumáticos de verano.

Como ya nos comentaron en la presentación previa, los inconvenientes de las cadenas eran evidentes, ya que son difíciles de poner, si no se ponen bien pueden plantear problemas, dañar las ruedas e incluso el vehículo. No nos hizo falta demasiado tiempo para comprobarlo, de hecho nada más soltar el embrague y pisar ligeramente el acelerador para salir sobre la nieve, las cadenas de la rueda delantera izquierda se nos soltaron y engancharon, quedando totalmente inservibles y lo peor de todo, si eso nos hubiera sucedido en un puerto de montaña en un día de nieve nos hubieramos quedado completamente atrapados.

Más tarde con otro vehículo pudimos probar que las cadenas traccionaban bien sobre la nieve, aunque el eje trasero patinaba demasiado ya que montaba neumáticos convencionales sin cadenas, la diferencia con los neumáticos de invierno una vez más fue abismal, ya que estos pese a no montar cadenas se mostraban incluso más eficientes que unas ruedas con cadenas, hecho que se demostró una vez más con una frenada en la bajada del circuito en la que la distancia de frenado con cadenas fue más del doble que con las gomas de invierno.

Conclusión

Despues de esta prueba a nadie se le escapa que los neumáticos de invierno son infinitamente mejores en condiciones de nieve y hielo que los neumáticos de verano que habitualmente utilizamos, incluso mejores que las dichosas cadenas pero ¿es motivo suficiente para que en España se implanten estas gomas?

Lo cierto es que el precio de éstas es ligeramente superior al de las gomas convencionales, otro problema podría ser el espacio para guardar cada temporada el juego de 4 neumáticos aunque como comentaron los responsables de cada marca en sus distribuidores tienen habilitadas “guarderías de neumáticos” en las que se podrían dejar las gomas de invierno durante el verano y viceversa, incluso de forma gratuita.

El mayor problema a mi parecer es que las zonas que durante todo el año permanecen nevadas en España son pocas, y haberlas haylas, pero en estos lugares montañosos como por ejemplo los Pirineos, estoy convencido de que ya conocen el neumático de invierno, mientras que en zonas como el centro de la península donde nieva en contadas ocasiones durante el invierno no parece motivo suficiente como para utilizar este tipo de neumáticos.

En fin que para los que durante el invierno día sí y día tambien tengan que lidiar con carreteras cubiertas de nieve y hielo y montar cadenas, sin duda alguna estas gomas les supondran una ventaja abismal, mientras que el resto que como mucho sufran la nieve un par de días al año, la precaución y las dichosas cadenas seguirán siendo su único aliado.