Nunca sabes lo que da de sí un Abarth 500 hasta que lo pruebas, si esa pequeña pelotilla además es de competición y estás compitiendo en el Trofeo Abarth 500 como el protagonista de este vídeo, luchando por una posición, es fácil que compruebes que incluso este pequeño deportivo puede ir a dos ruedas.
Si ya es de por sí complicado moverse unos metros a dos ruedas, aún lo es más recuperar la horizontalidad ponerte a cuatro ruedas de nuevo y salir del apuro. Ya me imagino al conductor de este coche moviendo el cuerpo hacia la posición del acompañante para hacer de contrapeso.
En fin, no lo hagan en su casa…