Si seguís la Formula 1 y habeis estado al tanto de las noticias los últimos días, no hará falta que os diga que Flavio Briatore y Pat Symonds han abandonado la categoría reina del automovilismo y lo han hecho tras el revuelo que se ha formado en las últimas semanas con lo que la prensa ha llamado el “crash gate”, el accidente, supuestamente provocado a propósito, de Nelson Piquet en el Gran Premio de Singapur 2008.
Evidentemente hay demasiada información en la red como para entrar a valorar lo sucedido, al final de este artículo os dejo unos enlaces recomendados sobre la historia. Tampoco hablaremos de las mujeres que se mueven junto al señor Flavio Briatore, de su patrimonio, ni de como lo ha conseguido, me centraré en valorar los hechos púramente deportivos que me llevan a esta conclusión: la Formula 1 no hubiera sido lo mismo sin Flavio Briatore.
En la temporada 1991 el italiano Flavio Briatore lideraba la restructuración de el equipo Benetton, anteriormente conocido como Toleman, y contrataba a un joven piloto alemán prácticamente desconocido que únicamente había competido como sustituto en una carrera al volante de un Jordan en la que no consiguió terminar por problemaes mecánicos, pero consiguió dejar un buen sabor de boca con una gran clasificación, su nombre era Michael Schumacher.
A partir de ahí el italiano formó un equipo a la medida de su joven piloto con el objetivo de conseguir el título de pilotos y los resultados no tardaron en llegar, en su segundo año en Benetton ya consiguió su primera victoria y en 1994 y 1995 conseguiría sendos títulos que se convirtieron en un total de 7, aunque estos últimos los consiguiera lejos de la mano de Flavio Briatore, cuando la escudería Ferrari se hizo con el piloto más laureado de todos los tiempos.
El caso más reciente lo tenemos con el asturiano Fernando Alonso, que con tan solo 19 años fue contratado por Renault, aunque su primera temporada la pasó cedido a Minardi donde contó con un asiento como piloto oficial para ir consiguiendo su “rodaje” como piloto.
Una vez más Flavio Briatore estaba consiguiendo un monoplaza capaz de alzarse con el título y para ello puso al volante a uno de los pilotos más jóvenes y también más prometedores del circo de la Formula 1. En 2005 llegaba el primer título para el asturiano y en 2006 su segundo título consecutivo, confirmando que el asturiano es uno de los mejores pilotos de los últimos años y que la escudería de Briatore era una vez más aquel equipo de ensueño que un día fue Benetton.
El resto de la historia ya la conoceis…
En fín, seguro que la Formula 1 echará de menos a este italiano y al británico Pat Symonds que lo acompañó desde los tiempos de la antigua escudería Toleman hasta que definitvamente el polémico caso del “crash-gate” consiguió que ambos dimitieran para evitar daños mayores en el equipo.