Esta es la historia de uno de los sucesos que más ha marcado la historia del automovilismo, suponiendo un antes y un despues de la competición y la tragedia más importante de este deporte.
Este fue el primer artículo de este blog sobre una historia de la que se podrían sacar unos cuantos artículos más, pero trataré de resumirlo y así narraros el accidente más trágico de la historia del automovilismo, que en aquellas 24 Horas de Le Mans de 1955 marcó un antes y un despues en las competiciones del motor.
El automovilismo en los años 50
Corrían los años 50, por aquella época, según muchos entendidos, los coches de competición eran lo más parecido a coches de carreras que nunca. Aquellos bólidos de morro alargado y lineas redondeadas volaban sobre los circuitos de aquellos tiempos.
Por aquel entonces las 24 horas de Le Mans estuvieron dominadas por Jaguar, Mercedes y Ferrari, pero fue Mercedes300 SLR pretendía hacer historia desarrollando un peculiar sistema de frenado, que consistía en un capó trasero que al accionar una palanca se levantaba funcionando como un freno aerodinámico que ayudaba a los frenos de tambor para que el coche se detuviese. Además estos vehículos alcanzaban los 290 km/h y superaban los 300 caballos de potencia con un peso inferior a 1000 kg.
La carrera de aquel fatídico año
En las 24 horas de Le Mans de 1955 estaban lo mejor de lo mejor, pilotos de la talla de Fangio, Moss y Hawthorn habían llegado para lograr la victoria. A Levegh le habían confiado un Mercedes, en un alarde de deportividad, debido a su actuación en las 24 horas de 1952 que tras 23 horas estando lider tuvo que abandonar por un problema mecánico en su Talbot dejando vía libre a la victoria de los Mercedes 300. Miles de personas abarrotaban el circuito y durante las dos primeras horas de la carrera la emoción estaba servida, los Ferrari, Jaguar y Mercedes de Castelloti, Hawthorn y Fangio respectivamente mantenían un duelo memorable. Cada vuelta que pasaba la hacían a mayor velocidad y restaban decimas al record establecido el año anterior.
Los minutos más trágicos
A las 2 horas y 20 minutos se acerca el momento de repostar y el tandem formado por Hawthorn (Jaguar), Levegh (Mercedes), Macklin (Austin) y Fangio y Kling (ambos Mercedes) se acercan a la recta de control. Macklin y Levegh circulan por la izquierda de la calzada, debido a que Hawthorn reducía la velocidad para entrar en boxes. La diferencia de velocidad entre Levegh y Macklin, hace que Levegh tenga que echarse aún más a la izquierda para intentar pasar a Macklin entre el espacio que tiene entre éste y el terraplén que separa la calzada del público. Según se dice Levegh tuvo tiempo de levantar la mano derecha para alertar a Fangio que venía por detrás antes de que Levegh se subiera con su rueda derecha sobre el guardabarros izquierdo de la rueda trasera de Macklin. El Mercedes se eleva por los aires, Levegh sale despedido dando tumbos sobre el terraplén, el motor y el puente delantero del vehículo se desprenden del chasis y son lanzados sobre la gente que se agolpa junto a la pista. Macklin por su parte, tras perder el control del vehículo es lanzado hacia la derecha y va zigzagueando hasta frenarse junto a los boxes.
Fangio se acerca por detrás a más de 200 km/h y no se sabe si gracias a la advertencia de Levegh o instintivamente realizó un zig zag esquivando a Hawthorn y luego Macklin. Hawthorn sorprendido continuó la marcha y Kling se detuvo en el box de Mercedes. El combustible ardiendo del bólido de Levegh se extiende por la pista, una humareda cubre la tribuna, la confusión se apodera de todos, en un primer momento nadie sabe como ha sucedido ni quienes han estado implicados, aunque se teme que Fangio, que se sabía que tenía que pasar en ese momento, fuera uno de los implicados. Los fallecidos y heridos se amontonan en el suelo rodeados de sus pertenencias y de piezas del auto de Levegh. Las autoridades deciden que la carrera continué para evitar que la gente intentando marcharse del circuito provoquen atascos que impidan el traslado de los heridos. El duo Fangio-Moss y Kling-Simon continuan la carrera hasta que les comunican que deben abandonar, dejando al Jaguar de Hawthorn-Blueb la vía libre para conseguir la victoria.
El 11 de junio de 1955, las 24 horas de Le Mans pasaron a la historia por haber sufrido el accidente más trágico en la historia del automovilismo, en el que fallecieron 83 personas, entre ellos Levegh, y hubo 82 heridos. Mercedes que había vivido una época gloriosa con su 300 SLR tras este accidente decidió abandonar las competiciones automovilisticas. Unido a la muerte de Ascari y Vukovich en Indianapolis, las organizaciones comenzaron a replantearse la realización de competiciones automovilisticas.
Mercedes aún se sensibiliza con el incidente, volviendo a tentar el retiro de la competición, en 1988 cuando un Sauber-Mercedes sufrió un choque a alta velocidad por fallos en los neumáticos, y en 1999 después de que un prototipo CLR se elevara por los aires y diera varias vueltas de campana en Le Mans.