La historia de Lamborghini es la crónica de una rivalidad entre dos marcas italianas compitiendo por un objetivo común: hacer los mejores y más rápidos deportivos.
El descontento de un fabricante de tractores con Ferrari llevó a que hoy en día podamos disfrutar de las espectaculares creaciones de la marca del toro.
Recupero uno de los primeros artículos de Historias del Motor para recordar esta historia digna de ser llevada a la gran pantalla.
Los orígenes de Lamborghini
En los años 60, Ferrucio Lamborghini era un constructor de tractores al que los negocios le habían ido muy bien, por lo que podía disfrutar de una buena colección de deportivos en la que no faltaban varios Ferrari.
El descontento de Ferrucio por las numerosas averías de sus cavallino rampante, especialmente el embrague de su Ferrari 250 GTB, le llevó a examinar el mismo los componentes de este deportivo, descubriendo que muchas de las caras piezas de su Ferrari eran las mismas que empleaba en sus tactores.
Enfurecido, no dudó en llamar a Enzo Ferrari para criticar sus deportivos y pedirle explicaciones:
Los Ferrari sólo me creaban problemas. Un día, ya harto de mandarlos al taller, llamé a Enzo para decirle que sus coches eran una basura. Y me contestó que “un fabricante de tractores no podía entender sus deportivos“
Ni corto ni perezoso y tras haber examinado a fondo sus Ferrari, Ferrucio decidió instalar una fábrica en Sant’Agata Bolognese, donde a partir de ahora se dedicaría a fabricar deportivos para competir con su gran enemigo: Enzo Ferrari.
Lamborghini se diferencia: el motor central
Tras algún prototipo con poco éxito y sus primeros deportivos de producción, Lamborghini presentaba en 1966 el Miura, un automóvil con el que la marca del toro se diferenciaba de su gran rival empleando el revolucionario motor central V12 que en un principio Enzo se apresuró a criticar:
Los caballos deben tirar del coche, no empujarle
No obstante, al final Enzo Ferrari como el resto de las marcas que fabricaban deportivos de altas prestaciones, tuvo que rendirse ante la evidencia y acabó montando el motor central en sus deportivos.
Otro de los hitos en la historia de Lamborghini es el Countach presentado en los años 70 y a partir del cual el término superdeportivo se convirtió en un sinónimo de la marca, con esta espectacular máquina que definía el estilo que hasta ahora ha mantenido en sus creaciones y que diferencia a la marca italiana del resto: grande, ancho, bajo, muy potente y puertas de tijera.
Ferrari: leyenda viva del automovilismo
Pero sin duda alguna en lo que jamás ninguna marca ha logrado igualar a Ferrari es en su dilatada y legendaria historia automovilística, siendo uno de los emblemas más importantes y mundialmente conocidos de las competiciones del motor.
Por su parte Lamborghini apenas ha tenido efímeras apariciones en el mundo de la competición, y es que desde el principio Ferrucio se mantuvo alejado de estas competiciones que para ellos eran económicamente poco rentables:
Las carreras son el modo más rápido de arruinarse, yo compito en la calle
Definitivamente este sano pique entre Ferrucio y Enzo nos ha permitido deleitarnos con auténticas obras de arte rodando por las carreteras, obras de arte que por desgracia son inaccesibles a la mayoría de los mortales.
En fín, ¿a quien prefieres a papá o a mamá?
Si teneis algo de tiempo os recomiendo que os veais este documental sobre la historia de Lamborghini: