Transportar un gigantesco automóvil como un Bentley Continental Flying Spur no debe ser tarea fácil, aún menos si esta gigantesca berlina ha sido blindada para resistir cualquier ataque terrorista que implique armamento pesado, por lo que podemos decir sin temor a equivocarnos que esta máquina pesa varias toneladas.
Lo más curioso de la historia es el proceso de transporte de este Bentley, cuyo destino parece ser que fue el sudeste asiático, donde pasaría al servicio de alguien con bastante dinero y poder como para requerir un blindaje de este calibre.
Que mejor forma para trasladarlo que a bordo de un avión privado. El problema es como elevarlo hasta la bodega de esta gigantesca aeronave.
Por lo menos parece que a este Bentley le fue mucho mejor que a un Ferrari F430 que ya vimos hace tiempo…