Muchos os habreis preguntado por qué los híbridos, en concreto el Toyota Prius y su nuevo competidor el Honda Insight, tienen esa forma tan extraña que a muchos no les gusta pero cuya silueta todo el mundo ya reconoce como el estilo de los primeros híbridos del siglo XXI.
La culpa de todo la tiene un ingeniero alemán experto en aerodinámica llamado Wunibald Kamm, que hace casi 80 años dió nombre a uno de los estilos de diseño más eficientes y a la vez práctico que se hayan inventado, el diseño Kammback.
Antes de que Kamm postulase su tesis, se pensaba que el modelo aerodinámico más eficiente, en otras palabras, que opusiese menor resistencia al roce con el aire, era el diseño en forma de lágrima que desembocase suavemente en un punto, es decir, que la luna trasera se prolongase con la carrocería y fuese cayendo ligeramente hasta llegar a la base del vehículo.
Pero Kamm descubrió que abreviar la ligera caida de la luna trasera funcionaría aún mejor, ya que así el aire fluiría con la misma suavidad pero al final de la carrocería no existirían las turbulencias que si se generaban en el sistema anterior.
Actualmente el estilo de diseño Kammback se ha generalizado y sobretodo se ha popularizado gracias a los híbridos, primero con el Toyota Prius y más recientemente con el Honda Insight, que emplean este curioso diseño de portón trasero con la luna dividida en dos: una parte superior con ligera caida y una parte inferior vertical divididas entre sí por un alerón.
Pese a que existe una cierta controversia acerca de que detalles hacen que un diseño sea Kammback o no lo sea, sí que podemos apreciar con facilidad que automóviles se han influido en este diseño al comprobar que su luna trasera esté dividida en dos piezas. Por ejemplo los monovolúmenes no utilizarían el diseño Kammback, ni tampoco las berlinas ni la mayoría de los coupés.
Además del Toyota Prius y el Honda Insight otros modelos modernos como el Citroën C4 o el Audi A2 se han basado en los principios de Kamm, incluso si miramos atrás nos encontraremos con clásicos como el Citroën CX o el mítico Ford GT40 que ya empleaban el diseño Kammback.
Sin duda alguna y aunque a muchos no les guste nada la estética de este tipo de diseño, el estilo Kammback es una de las claves de la buena aerodinámica de los híbridos y ayuda a que la eficiencia energética de éstos sea aún mejor.