Año 1988. En plena resaca de los títulos en el WRC de su Grupo B en 1985 y 1986, y después de que su máquina de Le Mans marcase ese mismo año el record mundial alcanzando los 407 km/h, Peugeot presenta este exótico prototipo en el Salón de París con el sugerente nombre de Peugeot Oxia Concept.
Ahí donde lo veis, este prototipo de otro planeta (Oxia hace referencia a una región de Marte) pretendía aunar en un mismo automóvil la tecnología y el diseño que aparentemente tendrían los superdeportivos (de calle y de competición) en el año 2000.
Este impresionante biplaza de motor trasero central, destaca por tener una carrocería extremadamente baja y ligera gracias a su construcción en fibra de carbono, Kevlar y Epoxy. También llamaba la atención su gigantesca luna delantera con los retrovisores en la parte superior y esas puertas que se abren lateralmente y ligeramente hacia arriba.
En el Peugeot Oxia Concept también destacaba su cuidada aerodinámica con un alerón activo que se plegaba y desplegaba en función de la velocidad que llevase.
Potencia no le faltaba. Un motor central V6 de 2.86 litros, biturbo, 24 válvulas y una potencia de 680 CV a 8200 rpm transmitidos a las cuatro ruedas, hacía que este bólido de tan sólo 1.374 kg superase los 349 km/h.
En definitiva, un prototipo de otro planeta…
