De la pila de combustible del videojuego al V8 de la realidad, sin motor de arranque ni freno de mano, según los que lo han probado la temperatura en el cockpit es asfixiante. Así es este futurista GT nacido en los videojuegos y trasladado a la vida real, una pieza única que no ha diseñado ni para el confort ni para hacer el mejor tiempo en los circuitos, sino para sorprender a propios y extraños con sus exquisitas formas.
El GT que saltó de los videojuegos a la realidad
La historia del GT by Citroën nació en el Gran Turismo 5, de la mano del diseñador Takumi Yamamoto un diseñador del equipo de Style Citroën dirigdo por Jean-Pierre Ploué, el creador de la nueva y exitosa hornada de Citroën (los C4, Picasso y C5), casualidades de la vida el señor Yamamoto era amigo de la infancia de Kazunori Yamauchi director de la empresa creadora de la archiconocida saga de videojuegos Gran Turismo, casualidades de la vida…
A partir de ahí Yamamoto intentó convencer a su jefe de llevar sus bocetos y su diseño virtual a la vida real, pero no fue hasta el Salón de Ginebra de 2008 (en marzo) cuando Jean-Pierre Ploué y su equipo se pusieron a trabajar en este superdeportivo futurista.
En tan solo 9 meses, prácticamente un embarazo, el equipo de Ploué tenía preparado y listo su nuevo GT by Citroën y así convertirlo en uno de los principales atractivos del Salón de París en el que debutó con gran éxito.
Una unidad única en todos los aspectos
Del GT tan solo se fabricó una unidad real, unidad que tuvo que adaptarse a la realidad para poder moverse con soltura por el asfalto aunque no sin dificultades.
Para empezar el motor eléctrico de casi 800 cv y pila de combustible de la ficción tuvo que sustituirse por un menos ecológico y futurista V8 de entre 450 y 500 cv de origen Ford.
Sus dimensiones siguen siendo descomunales: casi 5 metros de largo, más de 2 metros de ancho y tan solo 1,1 metros de alto, pero el peso se consiguió mantener “a raya” en tan solo 1400 kg empleando aluminio en el chasis y fibra de carbono para la carrocería.
Por sorprendente que parezca si queremos darnos un paseo en esta impresionante máquina futurista necesitaríamos un grupo de personas fornidas que nos empujen ya que el modelo real no tiene motor de arranque.
No obstante, no podríamos dar más de 5 vueltas a nuestro circuito favorito ya que la temperatura en su interior es tan alta que con casco y mono, el piloto sufriría de lo lindo despues de 10 minutos dentro del cockpit, máxime teniendo en cuenta la dureza del embrague para engranar las marchas.
Por otro lado, antes de bajarnos deberíamos habernos asegurado de que nos hayan calzado bien las ruedas por delante y por detrás, ya que este magnífico GT no cuenta con freno de estacionamiento (freno de mano) para evitar que se “caiga” aparcado en pendiente.
No obstante al volante cualquiera debe sentirse como si pilotase un auténtico avión a reacción, ya que a nuestro alrededor no encontraríamos más que mandos, botones, luces, pantallas digitales con información del motor, proyectores que nos muestran en el parabrisas la velocidad a la que vamos y las revoluciones del motor…
Por otro lado si sufrimos un accidente el sistema acciona automáticamente un extintor, para evitar que se produzca un peligroso incendio.
Y no, por desgracia no he tenido la oportunidad de probarlo, ojalá hubiera podido sufrir el calor que transmite el V8 en el interior del cockpit, que lo hubiera hecho gustosamente, pero si que hubo unos cuantos afortunados que pudieron hacerlo tal y como cuentan en la Edición de Enero de la revista Marca Motor.
El GTbyCitroën en el Salón de Ginebra
Otro de los automóviles que “se dejó caer” por el Salón de Ginebra fue el espectacular GT by Citroën uno de los vehículos conceptuales más espectaculares que se hayan fabricado, con un diseño inspirado directamente en un automóvil “virtual” creado para el videojuego Gran Turismo 5.
De formas casi imposibles y con una linea plagada de elementos aerodinámicos que no son fruto de semanas en el túnel de viento, sino del afán de un diseñador de videojuegos por hacer un vehículo futurista para su propio juego que funcionase con un motor eléctrico alimentado por una pila de hidrógeno.
Estoy seguro de que habría mucha gente dispuesta a pagar por tener este coche en su colección, pero lo cierto es que de momento solo existe un prototipo que solo se mueve entre ferias, salones del automóvil y actos promocionales de Citroën.