A más de uno, entre ellos me encuentro yo mismo, le habrá sorprendido alguna vez una granizada de esas que de cuando en cuando suelen caer en nuestro país de granizo del tamaño de cubitos de hielo, incluso de pelota de golf, y aunque normalmente no suelen tener suficiente tamaño como para romper lunas si que pueden dejar el techo, capó y maletero lleno de pequeños “microbollos”.
Ahora imaginémonos esta situación en una campa donde se acumulan automóviles, y no solo eso, en una campa de una fábrica de Volkswagen en la que hay más de 30.000 unidades aparcadas.
Evidentemente la dichosa granizada se saldó con daños millonarios y miles de unidades que tendrán que ser inspeccionadas una a una para garantizar que lleguen a sus respectivos compradores en un estado impoluto, y no puede ser menos en unas unidades recien fabricadas.
Sucedió en la fábrica de Volkswagen en Emden (Alemania) donde se fabrica la versión berlina del Passat y la única fábrica en la que se fabrican las versiones Variant y CC del Passat.