Me encantan las historias de abandonos, sobre todo cuando tienen final feliz, en este caso el final feliz será para sus herederos que podrían embolsarse cerca de 3 millones de euros en la subasta que se llevará a cabo en París, por esta joya automovilística, uno de los 17 Bugatti 57S Atalante fabricados en 1937, que desde 1955 ha estado cogiendo polvo en un garaje.
Su propietario fue Harold Carr, un excéntrico médico que murió en 2007 y que fue propietario de esta joya desde el año 1955, manteniéndolo bajo llave y cogiendo polvo 5 años despues [worldcarfans.com], con tan solo 42.300 kilómetros.
El Bugatti 57S Atalante es considerado por muchos como uno de los primeros deportivos de la historia, si la marca Bugatti se dedica hoy en día a fabricar el coche más rápido del mundo, este viejo precursor del Veyron ya alcanzaba en 1937 la impresionante cifra de 209 kilómetros por hora.
Cuando se subaste con total seguridad el comprador se encargará de restaurarlo para permitir que pueda volver a funcionar, y es que no nos podemos ni imaginar el estado en que se encontrará tras casi 50 años sin moverse de un polvoriento garaje [meneame.net].