Un Formula Ford homologado para la calle en Alemania

¿Te imaginas circular tranquilamente con tu utilitario por una autovía y ver como te adelanta un monoplaza Formula Ford a toda velocidad?

Pues eso mismo es lo que te puede suceder si viajas a Alemania y tienes la suerte de encontrarte con Christian Maier, un expiloto de la Formula Ford alemana que se ha involucrado en un proyecto, muy costoso en cuanto a tiempo y dinero, para conseguir homologar para poder circular por la calle uno de los flamantes monoplazas que antaño conducía en la Formula Ford.

Siempre me han sorprendido las conversiones y restauraciones que lleva a cabo mucha gente, convirtiendo coches por los que nadie daba un duro en auténticos bólidos dignos de coleccionista, aunque sin duda alguna el trabajo de este piloto alemán se lleva la palma.

Christian se propuso homologar su Formula Ford para que fuera legal en las calles alemanas y las carreteras europeas, para ello contactó con el TÜV para saber que modificaciones en materia de seguridad y tecnología tendría que llevar a cabo, la respuesta que recibió fue corta y concisa.

Será muy caro.

Pero el ex-piloto alemán no se rindió y se puso manos a la obra improvisando unos guardabarros sobre las ruedas traseras y delanteras, instalando unos faros retráctiles sobre el eje delantero, instalando pilotos de freno e intermitentes, un freno de mano, bocina y interruptores varios para encender las luces.

Aún así y pese a todas las modificaciones, el conjunto se queda en unos escasos 525 kg, gracias al chasis tubular y la carrocería de fibra de carbono. Pero para el dueño de este Formula Ford no era suficiente, ya que esos 525 kg seguían siendo excesivos para los 130 cv y 420 kg que llevaban de serie estos monoplazas, por eso decidió instalar un nuevo motor turboalimentado de 204 cv procedente de un Opel Calibra alcanzando una punta de 250 km/h.

Ahora este alemán si que estará contento, con más de 200 cv para apenas 525 kg (en vacío) y con todo un monoplaza matriculado en Alemania, para “sobrevolar” las carreteras de su país, al que no le falta ni sus pegatinas de patrocinadores ni el Cavallino Rampante de Ferrari en el frontal.