Recientemente Subaru ha decidido ampliar su gama de motores con propulsores diesel, una novedad para la marca nipona que en los últimos años se encontraba en clara desventaja frente a otras marcas debido a la importante demanda de motores diesel.
No obstante, fiel a su pasado y a su imagen de marca dedicada a la competición, Subaru decidió innovar en este aspecto y desarrollar un motor boxer de 4 cilindros diesel, contruyendo el primer boxer diesel para un automóvil fabricado en serie.
En Historias del Motor tuvimos la oportunidad de ponernos al volante de un Subaru Impreza equipado con el motor Boxer Diesel con sus 150 cv repartidos a las cuatro ruedas y un par de 350 Nm.
No nos centraremos demasiado en detalles técnicos de esta arquitectura de motor, sino en las impresiones que tuvimos en su conducción en nuestra prueba.
El motor se mostró sorprendentemente silencioso y con una respuesta del acelerador excelente, siendo en nuestra opinión un firme candidato a convencer a aquellos que aún miran con recelo a los vehículos diesel.
En cuanto a su potencia hay que decir que es exactamente la que se espera de un compacto de estas caracteristicas con un motor diesel de 150 cv, aún así la sensación de fuerza transmitida es mayor que en cualquier otro diesel de potencia similar debido a la rapidez con que responde el motor a nuestros pisotones al acelerador en un rango muy amplio de revoluciones, además la tracción integral Symmetrical AWD que tanto enorgullece a Subaru, evita cualquier pérdida de tracción haciendo que todo el torrente de potencia que despliega el motor se transmita de inmediato a sus cuatro ruedas.
Nuestra unidad de pruebas, un Subaru Impreza Boxer Diesel venía equipado con una caja de cambios manual de 6 velocidades que favorecía unos desarrollos de marchas muy buenos, mejores aparentemente que los existentes en Legacy y Outback Diesel, equipados con caja de cambios manual de 5 velocidades.
De hecho la potencia de este motor, su respuesta, los buenos desarrollos de la caja de cambios y la actitud propia de un Subaru favorecen una conducción deportiva, no obstante el modelo más adecuado en este caso sería el Impreza WRX STI.
Otra de las ventajas del motor Boxer Diesel de Subaru es su baja rumurosidad y pocas vibraciones. Sorprende que esos pisotones insistentes sobre el pedal del acelerador no se correspondan con el típico traqueteo “tacataca” que por norma tienen los motores diesel, por contra el sonido es menos molesto y más agudo, aunque siga siendo inconfundible respecto al rugido de un motor de gasolina.
En el Subaru Impreza que pudimos probar a ciertas velocidades resultaba más molesto el ruido aerodinámico que el del motor, incluso llevando éste bastante revolucionado.
La prueba la realizamos un día un tanto desapacible, con el asfalto húmedo por la ligera lluvia que cayó durante toda la mañana. En estas condiciones no pudimos “exprimir” demasiado el comportamiento dinámico de este automóvil, pero lo cierto es que este motor nos dejó un buen sabor de boca y que parece que Subaru ha sabido “ceder” a la demanda de vehículos Diesel sin renunciar en ningún momento a las prestaciones y el espíritu que se esperan de la marca nipona.