Kübelwagen

La Segunda Guerra Mundial provocó el inevitable retraso de la producción del Volkswagen Escarabajo, una petición expresa de Adolf Hitler a Ferdinand Porsche, ya que en esa situación las fábricas se centraron única y exclusivamente en la producción militar.

Fue el momento en que el Kübelwagen nacido del chasis de un Escarabajo, se convirtió en una de las mejores herramientas para el ejército nazi, por su ligero peso y sus cuatro ruedas con suspensiones independientes.

Y es que pese a no recibir tracción a las cuatro ruedas como su rival aliado, el Jeep Willys, la clave del todoterreno militar alemán era sin duda alguna el chasis ligero que permitió que en cojunto y en vacío pesase unos miseros 750 kg y sus motores de 4 cilindros en linea de 985 cc y 1131 cc con 23 y 25 cv de potencia respectivamente.

Antes de presentarse la versión definitva se presentaron varios prototipos, el primero de ellos apenas tenía espacio para los ocupantes y estaba dominado por una torre de ametralladoras.

El segundo prototipo era muy parecido al Beetle, con sus pasos de rueda sobredimensionados y descapotable, pero aún así el ejército nazi buscaba un diseño más anguloso y cercano a lo que habitualmente se veía entre los vehículos militares.

Así la versión definitiva era un anguloso Beetle elevado y descapotable con 4 puertas y 4 plazas.

Por último decir que despues del Kübelwagen se diseñó una versión anfibia aún más bizarra e impresionante, un espectacular vehículo militar que era capaz de moverse con soltura tanto sobre la tierra firme como sobre el agua, que (se dice pronto) es el automóvil anfibio producido de forma masiva del que más unidades se han fabricado. Pero eso lo veremos en el próximo artículo.