¿A que se dedicaría Otto de Los Simpson [ver wikipedia] si dejase su trabajo como conductor de autobuses escolares?
Probablemente su destino esté en el automovilismo y no en la competición del motor por excelencia en Estados Unidos, la NASCAR, sino en esta curiosa competición de autobuses escolares en óvalos con las que se entretienen los aficionados del otro lado del Atlántico en verano.
Si ya resultan impresionantes las carreras de camiones que se realizan por Europa, aún más resulta ver a estas emblemáticas moles amarillas que habitualmente llevan a los niños al colegio compitiendo a gran velocidad y pegadas unas a otras en los óvalos donde habitualmente se miden los “stock cars”.
Y es que ya sabemos que a los americanos les encantan estas competiciones extravagantes “a lo grande”.